25 abril, 2024

Reunión con amigas

Por Ildiko Nassr

Sobre la importancia de la conversación en nuestras vidas. ¿Qué decimos, qué escuchamos? Conversar es como leer. Son importantes las conversaciones que tenemos, pero también las que no tenemos. Son importantes las lecturas que tenemos y ¿las que no tenemos?

En este mundo de 2019 en el que estamos atosigados por las tecnologías y no vamos a ningún lugar sin nuestro celular, permanecemos conectados con personas que están en cualquier lugar del mundo. Es difícil encontrarnos cara a cara y conversar en estos tiempos. Chateamos. Mandamos audios. Hacemos video llamadas. Estamos conectadísimos. Nos conectamos. Pero ¿escuchamos al otro? ¿nos escucha? Hay algo que se pierde cuando nos conectamos. Mucho se pierde en la comunicación mediada por la tecnología. El olor de la otra persona, su mirada, sus gestos, su piel… Hemos perdido la capacidad para conversar cara a cara. ¿Es que acaso alguna vez la adquirimos? ¿O es que sólo escuchamos lo que queremos escuchar y más que conversar, monologamos?

Hay algo de magia en la conversación. Ya en encontrarnos con nuestro grupo de amigas, hay algo de magia. Estamos tan concentradas en el trabajo, los hijos, la familia, los esposos, los amantes, la carrera, los hobbies, las plantas, la casa… y la lista de ocupaciones se hace infinita, que se nos hace difícil encontramos.

Nos encontramos y casi nunca abandonamos el celular. La conversación no fluye, porque es interrumpida por el ruido de alguno de esos aparatos que trae “novedades” del trabajo o “exigencias” familiares.

Pero nos miramos y podemos abandonar el exterior para concentrarnos en esa charla que nos debemos. Y la disfrutamos. Nos consolamos de las penas. Hablamos por turnos. Damos nuestras opiniones. Nos fortalecemos entre nosotras. Nos jugamos la vida en esas conversaciones. Las amigas son el mejor sostén. ¿Y la literatura? Es también un sostén. Nos hacemos amigas de esas escritoras que pueden descifrar aquello que nos pasa. Escriben sobre sí mismas, pero lo hacen, en  realidad, sobre la condición humana y nos hacen bucear en nuestro interior para encontrar sentimientos, emociones, palabras, consuelos… que ni nos habíamos imaginado.

Hay conversaciones que te pueden cambiar la vida. Hay libros que te pueden cambiar la vida. Leer, acaso, es como conversar. ¿Quién no hace voces diferentes en su cabeza para darles vida a los personajes del libro que está leyendo? Y respeta esas voces, y los turnos de habla. El desafío es plantearnos la recuperación no solo de la conversación sino de las máximas o reglas que establece Grice en cuanto a calidad, cantidad, relevancia y pertinencia. Enuncio algunos de sus consejos para conversar mejor, con el deseo de  que nos encontremos y conversemos más.

  • No digas aquello que crees que es falso.
  • No digas aquello para lo que no tienes pruebas adecuadas.
  • No hables de más
  • No hables de menos
  • Di cosas relevantes.
  • .Evita las expresiones oscuras o complicadas.
  • Evita la ambigüedad.
  • Sé breve.
  • Sé ordenado.

Buena vida y buenas lecturas

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