El Peregrino cumple 10 y el genocidio 40
Teatro y memoria en la plaza
El Peregrino cumple 10 y el genocidio 40
Lic. María E. Montero
El grupo El Peregrino puso en escena su obra “Soy Antígona”, en el marco de la conmemoración de los 40 años del genocidio argentino, el 24 de marzo. La puesta es una adaptación de la tragedia griega “Antígona”, de la mano de la Secretaría de Turismo y Cultura de la Municipalidad de San Salvador de Jujuy, en el marco de este aniversario que no debemos dejar pasar por alto, y que el arte siempre se encargó de poner en el tapete. Fue en la Plaza de los Inmigrantes, en ese tan acertado escenario para esta propuesta como es el anfiteatro.
La puesta de El Peregrino cumple diez años, el proceso militar argentino cumple cuarenta, y “Antígona” (obra de Sófocles basada en el mito) cuenta más dos mil cuatrocientos años de su estreno. Sin embargo, cada uno de estos condimentos habla de lo mismo, y es lo que quedó reflejado en una presentación memorable que tuvo lugar –tal como las tragedias griegas- en un anfiteatro al aire libre, como es el de la Plaza de los Inmigrantes, en una decisión de producción muy atinada que tomaron los artistas y José Rodríguez Bárcena, titular del organismo municipal.
Hubo una parte de público, que llegó a horario y pudo disfrutar de la previa musical, de gran calidad y belleza, como la que ofrecieron, Cecilia Palacios, en flauta traversa; Daniel Quiroga, en guitarra; y Juan Muñoz, en percusión; y se quedó hasta el final de la función. Otra buena parte de público casual, que pasaba por la plaza sin saber que había un espectáculo, se vio atraído, se paró, apreció la obra quizás unos veinte minutos, y tuvo que seguir su paso.
Lo cierto es que la emotividad y la admiración de la platea se sintieron en todo momento. Patricia Lubel, la actriz que se pone al hombro en forma de unipersonal, a varios personajes de la tragedia, logró captar la atención y la sensibilidad de los presentes. La puesta se hacía en adhesión al Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, y entre el público estuvo Inés Peña, presidenta de Madres y Familiares de Detenidos Desparecidos de Jujuy, quien al final subió a saludar a la actriz y expresó “Antígona, Sófocles, la memoria, son temas muy vigentes para nosotros”.
La propuesta del grupo El Peregrino desde el estreno de “Soy Antígona” fue acercar los valores que pone en evidencia aquel viejo clásico de Sófocles, y los errores humanos que refleja, a la actualidad, en un siglo en el que las injusticias continuaron como desde entonces.
El texto, adaptado por Fernando Balderacchi, quien además dirige la obra, inserta varias expresiones que hablan de la actualidad y de nuestra historia, y que a la vez encajan perfectamente con la historia que se está contando de Antígona. Antígona es quien decide cumplir con la leyes de la humanidad por sobre las leyes del Rey, para poder enterrar a su hermano, asumiendo el riesgo de su propia muerte.
Honrar, tener en la memoria, respetar a los muertos, todo cerró con el clima, la fecha, el arte de El Peregrino, la música de grandes maestros, la sensibilidad de un funcionario que entendió la propuesta y aportó lo necesario, y un público respetuoso de todas las edades.
Un párrafo aparte, merece el oficio y el profesionalismo de Patricia Lubel, que esta vez no sólo se lució con todos los personajes que interpreta para contar la historia, entre ellos el rey Creonte y la hermana de Antígona, Ismene, trabajo que le mereció incluso la buena crítica de la prensa nacional en anteriores oportunidades. Y es que surgió un problema técnico con el micrófono inalámbrico que usó, que se desconectaba cada tanto, y la actriz debía sortear con su tono natural a semejante escenario. Finalmente tuvo que terminar la puesta con un micrófono de mano. Nada de esto empañó el clímax que se logró con la obra, el sonido, las luces y el trabajo destacado de Lubel.