27 julio, 2024

Una historia ilustrada para niños con Frida Kahlo y Diego Rivera

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Frida y Diego en el País de las Calaveras, del autor e ilustrador Fabian Negrin, nos lleva a una aventura en la que los inolvidables artistas mexicanos irrumpen desde la perspectiva infantil en medio de las celebraciones por el Día de los Muertos, una tradición local cautivante que traslada al lector al corazón de las costumbres y la cultura del país azteca.

Con imágenes de brillantes colores tan descriptivas como estéticas que recuerdan los tonos que caracterizan las pinturas, las casas, la vestimenta, incluso la gastronomía mexicana, el libro álbum suma un texto que fusiona la realidad con el rico imaginario de un pueblo latinoamericano.

El hacedor de esta historia, es el argentino Fabian Negrin (Córdoba 1963), exiliado en México durante la dictadura militar, donde estudió ilustración, pintura y diseño gráfico en la Universidad Autónoma Metropolitana.

Paralelamente comenzó a publicar ilustraciones y trabajó en proyectos de diseño gráfico en periódicos y revistas de ese país. Además, completó una maestrí­a en grabado en la Academia de Bellas Artes de San Carlos antes de radicarse definitivamente en Milán.

Considerado uno de los ilustradores contemporáneos más importantes del mundo, Negrin escribió e ilustró más de un centenar de libros infantiles -Cuentos de monstruos, Boca de lobo, Gola de Llop, El amor te espera, El catálogo de la oreja inmadura, Fábulas en el teléfono, Mil dí­as y una noche, Humo en tus ojos, entre otros muchos- para editoriales como Salani, Bloomsbury, botón, Orecchio Acerbo y Mondadori.

Entre otras distinciones ha ganado el BIB Plaque en la Bienal de Ilustraciones de Bratislava (2009), el Premio Bologna Ragazzi y el Premio John Burroughs Jóvenes Lectores para Niños en 2010 y el Premio Picturebook en Seúl en 2011.Sus libros han sido traducidos a varios idiomas, como el francés, inglés, español y coreano.

En una entrevista, Negrin contó la génesis de Frida y Diego en el paí­s de las calaveras, recién publicado en la Argentina por la editorial El Ateneo.

¿Cuál fue el disparador de esta historia?

Este libro es el modo que encontré para dar las gracias a México y para todo lo que ese país significó y todavía significa para mí. Cuando me fui de Argentina llegar a México fue como cuando Alicia llega al Paí­s de las maravillas, una especie de nuevo nacimiento. Claro, sé que no es suficiente para saldar mi deuda con los mexicanos, es solo un pequeño gracias.

¿Qué aparece primero el texto o las imágenes, o en el proceso creativo marchan al uní­sono?

En el caso de este libro es la historia la que surgió antes, en forma de cuento bastante largo. Luego hice tres dibujos a modo de presentar el proyecto al editor francés, después acorté violentamente el cuento para que no excediera la largueza óptima para un álbum y al final dibuje las restantes ilustraciones. Antes de la publicación hubo un último ajuste de texto e imagen. En otros libros he trabajado de formas diferentes, pero en general puedo decir que en el álbum el equilibrio entre palabra y dibujo es una de las cuestiones fundamentales. Después los dibujos tienen que estar bien dibujados, la historia bien escrita, el libro con una buena gráfica y bien impreso”, quizás por todos estos elementos es el género literario en la que el riesgo de catástrofe es más elevado.

La irrupción de Frida y Diego en las celebraciones por el Dí­a de los Muertos, genera de entrada una familiaridad con los personajes y el escenario pero desde una perspectiva distinta ya que son niños ¿El ojo infantil permite otro tipo de exploraciones?

Pienso que el hecho que Frida y Diego sean dos niños permite que el aspecto surrealista de la historia sea más convincente. Obviamente la historia parte de hechos verdaderos de las vidas de los dos pintores, pero el libro se puede leer sin la necesidad de saber o aprender nada sobre ellos.

Es difí­cil ver las calaveras y no pensar en José Guadalupe Posada, como un protagonista invisible ¿tu historia abreva también en este artista mexicano? ¿el arte te sirve de inspiración para tus ilustraciones?

Sí, puede ser visto como una introducción al mundo de tres artistas mexicanos Rivera, Kahlo y Posadas; en la última página, por ejemplo, hay una serie de breví­simas e irónicas biografí­as de los tres que mezclan todaví­a más ficción con realidad histórica, pero no en un modo inequí­voco, siempre en la cuerda floja del surrealismo. Pienso que la literatura para niños no debe tener un programa educativo como principal interés y si esto sucede deja de ser verdadera literatura.

¿Esta simbologí­a sobre la cultura popular que tan bien incorporás al relato, donde todo adquiere un carácter surreal, es una caracterí­stica de toda tu obra?

El carácter popular y surrealista del libro dirí­a viene de México mismo, un paí­s donde los dos elementos están muy presentes en la vida de todos los dí­as. También en mis otros libros hay siempre un toque de lo maravilloso. Me interesan las historias para niños donde es claro que la cotidianidad y la familia no son el tema más importante, sino lo que nos puede hacer crecer, y donde la vida verdadera está afuera de lo doméstico y adentro de nuestra cabeza.

He leí­do que además de tus libros infantiles, hacés ilustraciones para distintos medios y te desempeñás como ilustrador gráfico ¿Cómo articulás estas distintas facetas?

En México trabajaba como historietista, ilustrador y en artes gráficas, pero fue en Italia que me especialicé en el campo de la ilustración. Al inicio trabajé en una editorial, después empecé a hacer libros para chicos y ahora me dedico exclusivamente a la ilustración de volúmenes para niños o fábulas. Muy esporádicamente salgo de este campo, la última vez fue el poster para el film “Le meraviglie de Alice Rorhwacher”. Me gustó mucho hacerlo y acaba de ganar aquí­ el premio al mejor cartel cinematográfico; pero para un ilustrador hoy en dí­a no hay mucho trabajo en ese sector porque se usa mucho más la fotografí­a.

Me contaron que Frida y Diego… ha sido seleccionado para aparecer como uno de los mejores álbumes infantiles en el libro de Martin Salisbury 100 Great Children Picture Books, publicado por el británico Laurence King. ¿Qué significa para vos este reconocimiento?

Estar en el libro de Salisbury es un gran honor. El trabajo del ilustrador es solitario, los reconocimientos pueden servir a confirmar la validez de la dirección que el trabajo ha tomado, una dirección sobre la que es difí­cil tener un juicio objetivo de uno mismo. Obviamente nadie trabaja para los premios, sino para la infancia y la belleza.

Fuente: Telam

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