Una charla a fondo con Pablo Bernasconi
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Pablo Bernasconi estuvo en Jujuy dictando un taller especial para emprendedores sobre “Creatividad, de las ideas a la concreción”, organizado por la empresa Ledesma y Osde. El taller se concretó el martes por la tarde en las instalaciones de la obra social, pero antes, en la tarde del lunes, el artista se prestó a una entrevista pública en el salón de actos de la UCSE (Universidad Católica de Santiago del Estero). Esta actividad fue promovida por la Asociación Jujeña de Instituciones Educativas Privadas (AJIEP).
Las entrevistadoras fueron nuestra periodista María Eugenia Montero, y la docente y publicista Ana Laura Bernard, quienes se metieron en su trayectoria, en su evolución como artista desde el diseño hasta la de escritor, en sus obras literarias, y en el proceso de creación que lo caracteriza.
Con el salón de actos colmado de estudiantes de nivel secundario, terciario, universitario, docentes y público en general, se desarrolló esta charla en la que el invitado demostró sentirse muy cómodo para hablar y para mostrar con imágenes sus obras.
Bernasconi vino con un libro nuevo bajo el brazo, que fue casi una primicia para nuestra provincia, dado que se había presentado el sábado pasado en el stand del diario Nación, en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Se titula “Retratos 2”, y es una segunda parte, por decirlo de alguna manera, de “Retratos” que salió hace varios años atrás-
Sobre esto explicó que sus tiempos no son rentables para una editorial, porque se toma todo el que sea necesario, porque “no vivo de los libros”, aseguró, sino que en su vida creativa eligió “aportar a la belleza” con sus productos. Esto lo llevó a descartar propuestas rentables entre las que mencionó un trabajo en Disney, y contó la anécdota.
Contó cómo fue mutando su camino desde el diseño gráfico, pasando por la narrativa visual, las historietas, los posters, la información, y las necesidades de comunicar. Y entonces salió el ilustrador y finalmente el escritor. Recordemos que tiene escritos libros para niños y para adultos.
Sobre su experiencia en las ilustraciones y caricaturas que hace para el diario. En los último tiempos está haciendo una columna semanal, cuenta que tiene que esperar hasta último momento para poder elegir el tema con toda la actualidad,” no puedo pensar la columna en lunes porque tengo que ver que va a pasar hasta un rato antes”. En este sentido también manifestó que es inconcebible que existan todavía los diarios de papel, con la consecuente tala de árboles para imprimir, cuando la tecnología hace que no se a necesario, y porque además cuando sale una impresión ya es por los menos ‘seis horas vieja’ la información”, comentó.
La creación de sus obras, se hace a partir de fotografías que hace él mismo de acuerdo a la imagen que necesite. Explicó que no puede usar imágenes de internet por una cuestión básica de derecho de autor, y sobre todo en su trabajo que tiene que ver con la creación. Uno de sus trabajos, el de Darth Varder, que utiliza una botella de Coca Cola de la época de “La Guerra de las Galaxias”. Cuando pensó en este retrato (que integra el último libro), se acordó de una señora que una vez le había contado que coleccionaba botellas de Coca Cola viejas, fue a buscarla y le pidió esa en especial que fotografió para su collage. Explicó que muy en última instancia recurre a un archivo público de imágenes, que normalmente las produce él mismo, fideos cocinados, frutillas, etc.
“La creatividad es una cuestión de fluidez –aseguró en un momento consultado sobre este tema que el martes fue también el tema del taller que dictó en Osde- yo no puedo dirigir el acto creativo”, manifestó. “Sólo sé que quiero decir, hasta dónde quiero ir y qué quiero destacar del tema o del personaje. Todas esas decisiones disparan un vector, y tienen una consecuencia. La creatividad es un acto y no una cosa”, concluyó.
En otro tramo explicó que el haber hecho libros, le quitó tiempo de trabajo rentado “pero es la manera de sostener la carrera con placer”. Y hablando específicamente de los libros para niños que tiene en su haber, explicó que su criterio o su código para escribirlas fue simplemente la necesidad de hacer los libros que a él de niño, le hubiera gustado tener para leer”.
El broche de oro de la entrevista pública fue la pregunta de un niño de ocho años, Joaquín, quien lo interrogó sobre uno de sus personajes, y al final del encuentro se acercó a Bernasconi con todos sus libros (los había leído a todos) para que el visitante se los firmara.
