Historia de la Fiesta Nacional del Teatro
Warning: Attempt to read property "post_excerpt" on null in /home/enlaceculturajuj/public_html/wp-content/themes/covernews/inc/hooks/blocks/block-post-header.php on line 43
La recuperación democrática en 1983 trajo aparejada una serie de importantes cambios en materia cultural. Se creó la Dirección Nacional de Teatro y Danza – dentro de la órbita de la Secretaría de Cultura de la Nación -, y uno de sus máximos proyectos fue la organización de la Fiesta Nacional del Teatro, un encuentro anual de teatristas argentinos que posibilitara la difusión y el intercambio de experiencias creativas.
Entre 1985 y 1990 la Fiesta se llevó a cabo en la sala María Guerrero del Teatro Nacional Cervantes. Los participantes eran seleccionados por cada Secretaría de Cultura provincial, por eso también era común ver a elencos oficiales durante la muestra. Por entonces, el máximo encuentro teatral de la Argentina, posibilitaba a los creadores del interior ofrecer sus trabajos en la Capital Federal y en el Teatro Nacional; en tanto que los espectadores y periodistas locales, comenzaron a tomar contacto directo con unos procesos creativos, en general, muy diferentes a los porteños.
Por esos años – 1985/86/87 – era muy común ver espectáculos – muchos de ellos creaciones colectivas – que rescataban fuertes temas regionales como “Pioneros” de Neuquén, “Chaque al agua” de Chaco, “Mari Mari Huinca”, “Buscando raíces, buscando petróleo” de Río Negro, como así también reconocer a algunos de los dramaturgos y directores más valiosos de cada región. Entre los primeros se pueden citar a Oscar Quiroga, Carlos Alsina (Tucumán), Hugo Sacoccia, Alejandro Finzi (Neuquén), Raúl Dargoltz (Santiago del Estero), Rafael Bruza, Jorge Ricci (Santa Fe), entre los segundos: Carlos Canto (Chaco), Hugo Aristimuño (Río Negro), Oscar Kumel (San Juan), Ramón Abdala (Mendoza), Alejo Sosa (San Luis), Antonio Germano (Santa Fe), Claudio García Bes (Salta), Norberto Campos (Rosario), entre muchos otros.
El cierre de la primera Fiesta Nacional lo realizó la Comedia Cordobesa con una inquietante versión de “Fuenteovejuna” de Lope de Vega, con dirección de Jorge Petraglia. La segunda Fiesta –1986 – culminó con la presentación de “El maratonista” de Marcos Salcedo, interpretado por la entonces recién creada Comedia Federal, integrada por actores de diferentes provincias. La dirección estuvo a cargo del santafesino Antonio Germano.
Esta verdadera movilización de teatristas también tuvo su proyección en el Congreso Nacional Argentino. El 18 de septiembre de 1985, según destaca el diario porteño Tiempo Argentino: “El Senado aprobó la ley de creación de un ente de promoción del teatro”. Se trataba del proyecto de Ley de Teatro de la senadora justicialista Olijela del Valle Rivas, que proponía la creación del Instituto Nacional del Teatro. El proyecto pasó a la Cámara de Diputados y no terminó de aprobarse. Con el correr de las ediciones de la Fiesta Nacional del Teatro los grupos comenzaron a discutir la competencia de las Secretarías de Cultura provinciales en la selección de los participantes en las Fiestas. Así comenzó a tener una fuerte influencia un verdadero entramado de delegados provinciales
La Fiesta en las provincias
En 1991 la Fiesta Nacional del Teatro dejó de realizarse en Buenos Aires. La ciudad de Santa Fe recibió el proyecto y durante nueve días la comunidad local se movilizó en torno de la actividad teatral.
A partir de entonces fueron sedes de la Fiesta las ciudades de Mar del Plata (1992), Mendoza (1993), Tucumán (1994), La Pampa (1995), Entre Ríos (1996), Catamarca (1997), Rosario (1998), Córdoba (1999), Salta (2000). En 2001 la Fiesta no se concretó por cuestiones presupuestarias lo que provocó una fuerte movilización de la comunidad teatral argentina. Dicha movilización terminó con la denominada Marcha de la Cultura, frente al Congreso Nacional, donde hablaron, entre otros: Norma Aleandro, Alfredo Alcón, Alejandra Boero y Norman Briski.
En 2002 la sede volvió a ser la ciudad de Mar del Plata. En 2003, nuevamente Mendoza.
En 2004 la Fiesta Nacional del Teatro modificó una vez más su escenario. Dejó las ciudades capitales de provincias para trasladarse a lo que denominamos “el interior del interior”. La ciudad elegida entonces fue Rafaela (Santa Fe) – 21.000 espectadores asistieron al encuentro que se desarrolló en cinco salas-, en tanto que en 2005 los escenarios elegidos fueron en las ciudades de General Roca, Villa Regina y Cipolletti (Río Negro).
En 2006 la Fiesta se concretó en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en 2007, en La Rioja; en 2008, en Formosa; en 2009, en Resistencia, Chaco; en 2010 en la ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires; en 2011 en San Juan; 2012 en la Rioja; en 2013 en Venado Tuerto, Santa Fe, en 2014 en San Salvador de Jujuy.
Una nueva realidad teatral
Los años 90 fueron muy determinantes en el desarrollo del teatro nacional. Con la creación del Instituto Nacional del Teatro, en 1997, a partir de la sanción de la Ley de Teatro 24.800, se produce un fuerte desarrollo en la actividad a lo largo y ancho del país. Se fortalecen los vínculos regionales y hasta comienzan a realizarse cruces creativos interprovinciales.
En 1993 las autoridades de la entonces Dirección Nacional de Teatro adoptaron como criterio entregar premios a los más destacados participantes. La selección la realizaba un jurado integrado por reconocidos teatristas del país. Esa modalidad se mantuvo hasta 1997.
En estos tiempos también desaparecen las creaciones colectivas con temáticas regionales. Un interés por la nueva dramaturgia porteña (Rafael Spregelburd, Javier Daulte, Alejandro Tantanián, Marcelo Bertuccio), comienza a asomar en los escenarios y a mezclarse con dramaturgos clásicos universales y autores argentinos de las generaciones de los años 70 y 80. Se producen verdaderos cruces de información. Fue muy común ver puestas en escenas de las mismas obras, realizadas por elencos de diferentes provincias.
Hoy la realidad expone cambios muy fuertes. Hay un gran desarrollo de la dramaturgia provincial, se han fortalecido las estéticas de los diferentes grupos. El teatro argentino expone un renovado y notable crecimiento.