Columna «El Otro Andar»
La tradición como concepto dinámico
por Marcos Chavez
Noviembre trae todos los años la evocación de José Hernández y cita su obra máxima “El Martín Fierro». Pero, ¿de qué hablamos cuando hablamos de tradición? ¿Nos referimos meramente al pasado, o al movimiento de una cultura viva?.
Tanto en las expresiones artísticas como en las conductas colectivas de la sociedad, parece ser inevitable la transformación al ritmo del devenir de la historia – si bien en el arte quedan reductos donde su busca conservar las formas tradicionales respecto de una identidad nacional- es habitual ver grupos de danza folklórica que incluyen nuevas estéticas fusionadas con la esencia nativa. También en el tango (tanto bailado como en la ejecución instrumental) se han admitido, aunque con riñas en sus inicios, los acordes de Piazzolla o los saltos acrobáticos en las coreografías de escenario en los festivales de tango” for export”.
El mate (ícono de argentinidad y tradición) aparece ahora en versiones de goma flexible coexistiendo con los viejos mates de madera y se hidrata con termos “tecnologizados” de aspecto robótico y larga duración.
Así entonces, suenan las guitarras criollas enchufadas, dando vuelo a las zambas de Yupanqui; brotan los «rocanroles» de Divididos hermanados con los acordes de Ricardo Vilca y la tradición se vuelve mucho más un camino que una estación.
Los nuevos estilos de vida, la expansión de la ciencia aplicada y la hipercomunicación vuelven casi imposible la quietud de las formas, lo cual no sea necesariamente malo siempre y cuando no se diluya la esencia. .
Dice una canción de Jorge Drexler que refiere al tiempo «nada se pierde, todo se transforma».