19 abril, 2024

De primer nivel, «El show debe continuar»

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Hernán Piquín hizo su paso por

Jujuy, con gran altura, siendo Freddie

Lic. María Eugenia Montero

 

 

 

 

 

“El show debe continuar…” con Hernán Piquín, personalizando a Freddie Mercury, llegó a Jujuy el domingo pasado, y dejó al público totalmente emocionado y conmovido por la calidez y la sensibilidad de esta versión de la historia de un mítico artista que a través de la genialidad de su música dejó varios legados y enseñanzas de libertad.

Y casi literalmente, Piquín hizo carne el título de este espectáculo con el que está girando por el país, porque en los días que visitó Salta y Jujuy, él estaba saliendo de un cuadro bastante fuerte de dengue. Piquín no quiso dejar de hacer las funciones por el norte, a pesar de su malestar, la fiebre y el dolor corporal que provoca esta enfermedad, y sin decirlo, fue fiel a todos los que habían pagado su entrada. Cabe mencionar que él no lo mencionó, ni antes ni después del show, ante la platea casi llena, pero luego se conoció este dato no menor, que habla de su compromiso como artista.

Hernán Piquín, el bailarín argentino que eligió hacer de Freddie Mercury desde la danza, se puso con gran profundidad en la piel del cantante líder de Queen, quien ya fue inspiración de obras literarias, producciones cinematográficas y audiovisuales, etc. Tuvo para esto, una partenaire de lujo, Gabriela Albertti, primera bailarina del teatro Colón.

Es muy grato ver desde la mirada de un artista argentino, esta misma historia.

Recordemos que Piquín ya hizo hace 10 años, un espectáculo sobre este mismo personaje, denominado “Freddie”.

Esta vez, la idea iba más por su entrega, su vida, sus sufrimientos, sus logros, su liberación, y tras la de él, la de una sociedad que se empezó a prender a su mensaje.

En esta propuesta muy bien lograda a partir no sólo de coreografías impactantes de Laura Cattalini (la Catta, conocida por ser couch del programa de Marcelo Tinelli), y un elenco de bailarines y bailarinas, que brillaron con sus exactitudes.

Cada tema musical es un cuadro, y casi una obra aparte, por la calidad de la puesta.

Uno de los fragmentos, con “I want to break free”, a cargo de todos los bailarines varones del staff, sin dudas es uno de los más ovacionados, y perfecto en movimientos, gestos, posiciones. Traduce claramente un momento en el que la liberación sexual necesitaba ser gritada, cantada, bailada. Emociona entender desde ahí, y con esta energía de los artistas, la evolución de una sociedad que aún sigue en el camino y a la que le faltan varias estaciones hacia la igualdad y los derechos, pero que en tiempos de Mercury era mucho más censuradora.

Las baladas con los amores de Freddie, son bellezas absolutas. La elegancia y la ternura de Piquín en estas interpretaciones, sin dudas traspasan el escenario.

Cierto es que la música de Freddie Mercury y su banda Queen, dicen todo por sí mismas, y sólo sonando provocan las emociones más intensas y bellas, reveladoras en el espectador, pero también es cierto que poner a la danza como protagonista de estas músicas, es sin dudas una grandísima responsabilidad. Había que estar a la altura de semejantes creaciones musicales, y el bailarín argentino Piquín, lo estuvo, acompañado de todo ese elenco de excelencia.

Cabe mencionar que a los cinco minutos de comenzada la función, Piquín paró el espectáculo, porque no estaban funcionando algunas luces. Pidió perdón al público, pero explicó que sin esas luces, el público vería un show que no es. Cuando se solucionó el inconveniente, volvió a empezar y todo fluyó de la mejor manera. Perfeccionismo respetuoso de la platea que se agradece.

Los bailarines son Hernán Piquín, Gabriela Alberti, Gustavo Ortiz, Julieta González, Federica Tobares, Valentina Silvera, Lucia Harismendy, Mateo Torino,  Gus Ronchi y Facundo Idiocon libro de Sergio Marcos.

Los arreglos musicales son del maestro Gerardo Gardelín, y sin dudas un párrafo aparte también merece la vestuarista, Adriana Cavicchia, que pone en escena trajes increíbles, que provocan incluso el clima festivo, de tensión, de liberación, etc., que propone cada canción y coreografía.

Se usan además imágenes filmadas por el propio Piquín y su elenco, que unen la historia de los que sucede detrás de escena en un recital de Mercury, o acompaña al bailarín con imágenes de su deterioro de salud, para contar su final.

Jujuy se encontró con un espectáculo de primer nivel, y en medio de un lluvioso domingo, se encontró con la música, la danza y la historia de un genio, contada por otro genio contemporáneo argentino, Hernán Piquín.

 

 

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