29 marzo, 2024

En el Día de los Amantes de Los Libros

 

 

 

por Ildiko Nassr
Hoy es el día de los amantes de los libros.
Siempre hago apología de los libros y soy de las que, aunque haya leído en otro soporte, necesito libros en papel, en su formato original. El olor de la felicidad es el perfume del hombre amado y el de un libro (olor a libro nuevo, olor a libro viejo). La experiencia de lectura en un libro de papel es única y placentera. Placeres que no se enseñan en la escuela, no por problemas económicos como apuntan varios, sino por una cuestión cultural y de velocidad. Hace un tiempo me invitaron a conversar con estudiantes de una escuela. Las maestras me habían pedido antes la donación de mis libros. Cuando llegué, todos los niños sacaron sus «libros»: unas hojas fotocopiadas de uno de los libros que les había regalado. Hice cuentas y les salía más barato comprar el libro, y lo podían guardar en sus bibliotecas. Las fotocopias fueron descartadas y terminaron en la basura. Claro que no en todas las casas hay bibliotecas (que debería), pero se empieza con el primero. Claro que no es prioridad comprar libros (ya vendrán los desgarradores argumentos de «no tienen para comer, y se van a comprar un libro»).
Y se me aparece otro recuerdo: en una capacitación con beca nos dieron un cheque para comprar libros. Éramos escritores. Yo era estudiante, madre y desempleada. Podría haber usado ese dinero para comprar pañales o pagar deudas. Compré varios libros, entre ellos, uno de LH a quien le pedí que me lo dedicara. Y me dijo que algunos libros eran la mejor inversión. Me invitó un helado y yo no sabía si esa noche comeríamos con mi hijita.
Cuando fue el lío de los pdf el año pasado, compartí un libro de una escritora que me trató muy mal por mi conducta. Tenía razón, por supuesto. Compartí el pdf en un grupo de escritores, pensando en que serían como yo, que, aunque tenga el libro en digital, necesito el libro en papel. Yo lo había comprado en España y todavía no se distribuía en Argentina. Pero se ve que no todos son así.
Me molesta cuando personas que casi no conozco me piden que les regale mis libros, porque sé que ni lo van a leer. También me molesta que me regalen libros con extorsiones del tipo «léelo y haceme una reseña o crítica», o «promocioname mi libro», ni que yo fuera Google.ads
Me molesta, sí, que sean tan caros los libros, pero celebro los intercambios (justos, no como cuando vos llevás un Borges en tapa dura y te dan un fascículo del diccionario billiken con la tapa blanda rota).
Todo lo demás me encanta de los libros: que son puertas (o llaves), que te enseñan, que te hacen sentir, imaginar, etc. No entiendo un mundo sin libros (y sin perros o chocolate).
Buena vida y buenas lecturas
PD: en mi obituario debería decir: amaba (a mi familia) los libros, los perros y el chocolate.

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