20 abril, 2024

 “Otras miradas, diálogos

sobre el arte y la identidad”

por Prof. Lorena Martínez Brajer 

 

Axel Nielsen es Antropólogo, doctor en Historia, y trabaja hace más de treinta años investigando rastros del pasado prehispánico de la Quebrada y Puna. El miércoles pasado visitó Jujuy para deleitar a quienes sentimos pasión por el pasado en todos sus aspectos, volcado en todas sus ciencias y disciplinas.

En una majestuosa presentación, conocí en persona a quien había estudiado en los libros, pensando encontrarme con un erudito que por sus múltiples títulos académicos, me significaría imposible acceder a una charla íntima.

Lejos de este prejuicio, me encontré con un ser cálido, agradable y accesible, quien con entusiasmo accedió a concederme un tiempo aparte para mi entrevista personal (la cual no publicaré en este momento porque es material de mi tesis).

Lo que sí puedo transmitir, es la explicación de una de sus investigaciones, que tiene que ver con estas miradas que se proponen en el Auditórium Jujuy-Espacio INCAA Mercosur, con sus ciclos e invitados en los diálogos sobre el arte y la identidad.

En esta exposición, Axel mostró su material audiovisual sobre una comunidad de pastores en Sud Lípez en el Antiplano boliviano, en donde luego de muchos años pudo culminar su investigación.

El historiador relata cómo se fue transformando su mirada sobre los objetos de estudio (la vida de los pastores) inherente a un concepto marxista sobre la producción pastoril como actividad económica: “Fue distinto a lo imaginado. Por empezar, todas las llamas tienen nombre, y se las nombra con cariño. Me llamó la atención la actitud de los pastores frente a la muerte de los animales, le vendan los ojos al momento de su sacrificio, para que no vean que se trata de la misma persona que las cuidó. Estos conceptos verifican que yo tenía una idea de lo que era criar llamas, pero para los pastores es otra cosa. Criar la vida, es asociarse a los seres del mundo”.

Lejos de desprenderse de nuestro concepto y ritual a la Pachamama, esta comunidad, alimenta a los cerros con harina de maíz, corazón de animales, y realizan ofrendas a las piedras del mismo (wacas), que pueden ser personas o animales en esta concepción del ciclo natural del “buen pastor”. Un círculo de retroalimentación, como un orden en la vida. Solemos analizar estas categorías bajo finos hilados mentales, porque necesitamos la racionalidad occidental para todas las cosas, pero Nielsen simplemente lo define de otra manera: “No sacralizan, piensan que el mundo es una gran sociedad, hacen lo que es necesario, no es un rito. Son prácticas tan importantes como las de sembrar. Alimentan, visten y dan de beber a seres que nosotros no pensamos que lo necesitan. Lo que pasa es que desde la antropología, la categoría “rito”, tiene que ver con lo sagrado, en oposición a lo profano y opuesto a lo cotidiano, y en este caso no es así, para ellos, es hacer costumbre”.

 

 

Nota:  Gracias a Marcelo J. Elías por la foto.

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